VISUALIZACIÓN
Sólo se avanza espiritualmente si tienes el convencimiento de que la doctrina es adecuada y beneficiosa. El sendero espiritual funciona, por así decir, pensando correctamente, conociendo bien las enseñanzas budistas, funciona, en gran medida, gracias a las creencias. Precisamente debido a la creencia firme en el Dharma (doctrina), el budismo nos toca el corazón y se convierte en un motor de nuestro desarrollo interior y nuestras acciones. Puedes conocer bien la doctrina, incluso conocerla muy a fondo, de un modo meramente intelectual, pero si no crees en ella, no te inspira ni alcanza las fibras de tu corazón... no vas a recibir las bendiciones del camino espiritual.
Buda ilumina con su resplandor la senda del crecimiento espiritual. Su luz limpia todo nuestro ser, hasta el último rincón del alma, hasta la última célula del cuerpo.
Vamos a realizar una visualización consistente en crear en nuestra mente la imagen de las joyas relucientes que son el Buda, los grandes yoguis, el camino de los diez bumis, Thagatas y seres iluminados, Buda Maitreya acompañado de los bodisatvas (conocidos y no conocidos), arjats...visualizad con la mayor nitidez posible a estos Budas y Bodisatvas.
Después, visualizad una flor de loto llena de aroma, blanca y pura. Dentro de la flor hay una silaba: "OM" . Está silaba aparece con seis rayos de luz, una luz que se expande en todas direcciones y llega hasta los seis reinos. Esa luz alcanza a todos los seres y les purifica, transformándoles completamente. La luz milagrosamente manifiesta el vigor y la sapiencia de todos los bodisatvas.
Gracias a la luz de la sabiduría podremos completar el camino espiritual budista.
Ahora vemos con los ojos de nuestra mente la imagen de la deidad dentro de un mándala... todo es un gran gozo, una alegría enorme, cuya esencia es la vacuidad. Sabiduría y vacuidad se fusionan. Nos referimos un saber de carácter puro, omnisciente.
La silaba: "OM" se transforma en una deidad celestial, con primorosos ropajes de seda. "OM" ha formado una figura muy luminosa. Esta silaba se encuentra en el corazón de Buda y de los bodisatvas. Y desde ese corazón amoroso y compasivo, Buda Gautama al igual que los venerables bodisatvas, transmiten a los seres lo que estos necesitan. Entre los dones que les envían generosamente, figura la sabiduría y encomiables virtudes como la paciencia. Desde el corazón de Buda también emanan protecciones.
Buda pronuncia palabras auspiciosas esparciendo flores aquí y allá, al tiempo que va despertando nuestras mentes. De este modo, El Buda está eliminando cualquier tipo de obstáculos e impedimentos, sin importar su envergadura. No sólo eso, unas palabras tan bienintencionadas y salutíferas tienen el efecto de ahuyentar a las malas energías, nos infunden sabiduría trascendental, lo que tarde o temprano contribuirá a modificar para bien nuestra mente.
Al Despierto le hacemos con humildad toda clase de preces: le pedimos, por ejemplo, que purifique a nuestros seres queridos, que se resuelvan por fin los conflictos que existen hoy día a nivel internacional, que desaparezcan las calamidades y el sufrimiento, que los científicos descubran remedios para las enfermedades y que reine de forma permanente el entendimiento y la paz entre los seres humanos.
Necesitamos discriminar correctamente, necesitamos liberarnos de la mente que piensa de forma dualista (amigo/enemigo, rico/pobre, conocido/desconocido...). Es preciso sanear las impurezas de nuestra mente, para generar una actitud positiva, benevolente, afable y generosa hacia los demás. Esta meta se puede alcanzar a través del ejercicio regular de la meditación realizado con perseverancia y convencimiento.
Egoísmo, codicia, soberbia, celos, envidia, orgullo, hipocresía, ira, no son sino ilusión. No terminamos de comprender que enfurecerse con frecuencia es una reacción exagerada y que el enfado de los demás no es muy diferente del mío. En este sentido, todos somos iguales, los defectos humanos los compartimos todos.
La filosofía budista nos propone liberarnos de (o al menos mantener a raya) estos defectos para tener una vida feliz, virtuosa, bondadosa, con paz y calidad espiritual. La más importante virtud es un buen corazón. Un corazón así es capaz de limpiar todas las impurezas y contaminaciones, por muy perjudiciales que parezcan. Debemos purificarnos a nosotros mismos y a los demás seres.
A continuación visualizamos de nuevo la sílaba "OM" esta vez situada en el corazón del bodisatva. El corazón se va expandiendo y a medida que se expande , transforma todas las células del cuerpo, limpia las negatividades y cualquier tipo de manchas. Imaginemos, nuestro cuerpo como un cuerpo iluminado, transparente, completamente purificado y trascendido, hasta ubicarse más allá de los actos irresponsables, los errores, las manchas, los defectos... poco poco todo se purifica.
Suprimimos de raíz la semilla de las acciones negativas, los karmas perjudiciales que deben ser purificados. Nos depuramos totalmente. También purificamos nuestro ser acumulando méritos.
Según el budismo, todos tenemos un guardián protector; se trata de un bodisatva que nos ampara, que vela por nosotros y nos presta su valiosa ayuda. Visualizamos en este momento como conductas inadecuados tales como faltas de respeto a otras personas, salen por las plantas de los pies. Detrás de estos comportamientos van todas las enfermedades y dolencias, que siguen el mismo camino y van saliendo lentamente por los dedos de los pies. Es preciso lavar las manchas, los engaños, las negatividades que aparecen en nuestra mente. Imaginemos una corriente de agua que recorre todo nuestro cuerpo y lava la suciedad a su paso, dejando tras de sí un espacio pulcro.
Por las palabras se amontonan muchas cargas negativos (críticas malintencionadas, insultos, groserías, faltas de respeto...), errores cometidos por el cuerpo, el habla o la mente. Las impresiones negativas que llegan a nuestra mente han de ser purificadas por completo. Las oscuridades que albergan tu corazón (ignorancia, impurezas, engaños, etc.) se desvanecen gracias a una luz néctar que llena todo tu ser. Esta claridad inunda todos nuestros canales. La oscuridad representa la ignorancia y los engaños mentales.
Esta visualización influye muy positivamente provocando un estado de ánimo agradable, se experimenta un gran gozo, te sientes sano y saludable. Gracias a esta técnica de las visualizaciones podemos borrar incluso los oscurecimientos más sutiles mediante una purificación completa. Como resultado de la aplicación de este método purificador, tu interior se limpiará profundamente y quedará vacío de negatividades.
Para terminar -esta es la última visualización que hacemos hoy- crea en tu mente la imagen de un Buda hermoso que irradia luz. Esa luz llega hasta tu cara y después a todo tu cuerpo. Envuelve despacio todo tu ser: el cuerpo, la mente... y lo atraviesa, lo colma de un bello resplandor.
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