Para el budismo, el sufrimiento viene de la ignorancia. Por ignorancia creemos que los sufrimientos, engaños y defectos existen realmente. Incluso echamos la culpa a los demás de nuestros sufrimientos, esperando que ellos cambien. El sufrimiento depende ,sobre todo, de nuestras interpretaciones y de las ideas que la mente genera acerca de las diversas situaciones. Las distintas clases de padecimientos no son más que ilusiones. Aferrándonos a las apariencias ilusorias como si éstas fueran reales, acabamos cansados y decepcionados. Por lo tanto, cuando nos veamos obligados a afrontar situaciones o circunstancias adversas, aconsejo percibirlas como lo que son: meras ilusiones sin la menor consistencia. El sufrimiento es como una pesadilla. Nos parece muy real pero no lo es. Cuando tengamos preocupaciones, ansiedad o estrés, debemos preguntarnos: ¿de dónde proceden?, ¿cómo se han originado? En primer lugar, provienen del apego y el deseo. En segundo lugar, de las obsesiones, de dar vuel
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