INTERDEPENDENCIA

 


Hay una concatenación o interdependencia absoluta de todo con todo.

Así lo afirman los filósofos del budismo Mahayana.

Cada estadio es la causa de otro estadio.

Las causas y efectos son interdependientes y simultáneos.

Es como un perpetuo baile.

Todo está interrelacionado, según esta visión.

Cada parte contiene el todo.

En el "Sutra de la Guirnalda", esta idea está plasmada en la conocida imagen de la "Red de Indra".

El mundo como una red.

En la que cada parte (simbolizada por una perla en cada juntura de la red) contiene el todo (la red completa se espejea en todas las perlas)

Todo está en todas partes.

La interdependencia equivale al holograma del mundo.

Donde incluso las categorías de espacio y tiempo se interpenetran.

Para existir, las cosas dependen de otras entidades y condiciones.

Si hubiera algo que no estuviera en relación con lo demás, no podríamos conocerlo, intuirlo, pensarlo, sentirlo.

Nada es autosuficiente.

En realidad, sólo desde el plano convencional es lícito hablar de "cosas".

Ya que visto desde un ángulo "despierto", todo se necesita entre sí.

Y, por tanto, su esencia de desdibuja.

El Mahayana atenúa la relación de causalidad y acentúa la de dependencia.

Los maestros contemporáneos amplían el espectro de la idea de interdependencia o interconexión hasta posiciones políticas, sociales o ecológicas.

Hay relaciones de dependencia entre las cosas.

Hay relaciones de dependencia recíproca entre las personas.

Se trata de una necesidad mutua.

La interdependencia es la acción de ser dependiente.

Acción de compartir principios con otros.

Los comportamientos, desempeños o resultados de una persona están ligados a las acciones de otros y pueden ser afectados por las acciones de otro.

Dependemos directamente unos de otros en la sociedad, para operar, en el trabajo, en las familias, para lograr objetivos.

La sociedad es un todo cuyas partes están conectadas.

Interdependencia es cualquier forma de dependencia recíproca, la relación en la cual dos o más individuos o entidades se requieren mutuamente, se necesitan el uno al otro.

Se da en el contexto biológico, personal, social, económico, institucional, etc.

En todos los casos, sin embargo, el sentido de necesidad recíproca se mantiene.

El filósofo indio Mahatma Gandi defendió este concepto como el método ideal para conformar sociedades y las relaciones entre naciones, ya que reconocen cuando los seres humanos nos necesitamos unos a otros es el principio para la paz, la equidad y la supresión del egoísmo.

En la interdependencia positiva la relación de necesidad establecida, los individuos se benefician de su vínculo.

La interdependencia universal es una gran ley de la existencia.

Sobre ella el budismo construye una ética de la solidaridad entre todos los seres vivos, humanos, animales, plantas, la naturaleza no consciente y las cosas.

La interdependencia y el amor-bondad están estrechamente ligados. No podemos independizarnos de los demás, porque estamos muy relacionados unos con otros.

Esta es la naturaleza de la vida: la interdependencia. En todas partes hay una dependencia recíproca.

Por eso debemos comprender al otro, ponernos en su lugar, respetarle y estimarle, evitar peleas, ser amable con él, valorar sus talentos y sus trabajos y establecer relaciones de amistad.

Entender la interdependencia de todos los seres, su no-separación, es la sabiduría.

Y esta sabiduría fundamental conlleva la compasión hacia todos los seres, también hacia uno mismo (karuna, en sánscrito).

La interdependencia se refleja en toda la red de conexiones, y revela que no hay una cosa independiente de las demás.

Nada tiene una forma única de ser.

Las personas y las cosas no están separadas de las demás.

En una persona, planta, animal, en una flor si miramos con profundidad no es una sola cosa sino que está hecha de otras miles de cosas que la componen.



Tendemos a congelar las cosas: esto es así.

Pero si te fijas el aire es básico para nosotros.

El agua forma nuestro cuerpo así como los minerales y los alimentos.

Dentro de nosotros tenemos millones de bacterias.

Eso es la interdependencia: dependemos unos de otros.

Todo está conectado.

Y todo tiene partes de otras cosas.

En última instancia, en cada cosa está todo el Universo.

En nuestro cuerpo está todo el Universo.

Este interser con todo lo demás...

Podemos estar mucho más en armonía.

Entender que las cosas son mucho más ricas y complejas de lo que imaginamos o pensamos.

Esto rompe la idea de "yo soy esto".

Nosotros vemos en cada ser una identidad fija.

Todos tenemos una cierta identidad, pero esto es sólo un aspecto.

Si vemos en cada ser el conjunto de muchos aspectos, esto enriquece nuestra visión.

Desde la interdependencia adoptamos una perspectiva dinámica, vemos la realidad como una vasta y fluida red de condiciones que está detrás de los fenómenos.

Nada está aislado ni es autosuficiente.

Sino que necesita multitud de causas y condiciones para surgir, permanecer y desaparecer.

Observemos una manzana. Parece independiente de nosotros pero en realidad está ahí gracias a:

1. Los rayos de Sol, agua y nutrientes que absorbió el manzano.

2. El insecto que polinizó la flor.

3. Las reacciones químicas que la transformaron en fruta.

4. El agricultor que la cosechó.

5. El transportista que la llevó hasta el mercado.

6. El reponedor que la colocó en la estantería.

7. La luz que su superficie reflejó y nos permitió verla.

8. Nosotros que la compramos pensando que era una manzana.

9. etc, etc.

Si siguiéramos enumerando, encontraríamos que el Universo entero ha colaborado (y está colaborando) en que experimentemos el fenómeno "manzana".

Como observadores, desempeñamos un papel fundamental en dar vida a la manzana: percibimos el conjunto de sus partes como una unidad y le asignamos la etiqueta "manzana". ¿O acaso también es manzana para un gusano? ¿Cómo se manifiesta para una bacteria? ¿Y para un murciélago?

Comprender la red de interdependencia nos lleva a descubrir que ninguno de sus nudos existe sin depender de otro y, por lo tanto, la naturaleza de la red carece de existencia independiente.

Los fenómenos son compuestos y condicionados; se necesitan unos a otros.

Nada hay en el mundo que sea independiente, surgido de sí mismo.

Las cosas y los procesos, dice Shakyamuni, dependen de causas y condiciones.

Todos los seres vivos están interconectados.



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