SOLO ES MENTE

Vamos a mirar las experiencias mentales.

No tienes que corregir nada.

No hace falta juzgar.

Simplemente tomas conciencia.

Contemplas tu estado de ánimo.

Observa lo que está ocurriendo en tu interior.

Justo lo que está ocurriendo dentro de ti ahora.

Estás consciente, serenamente.

Relájate tanto a nivel físico como mental.

No hay nada que transformar ni juzgar.

No realices ninguna corrección.

Simplemente obsérvate sin reaccionar.

Examina tus experiencias psicológicas justo ahora.

Estas experiencias no tienen sustancia real.

No son reales, son simplemente factores mentales.

Nada más que eso.

Toma conciencia en este momento de tu cuerpo.

De tu cerebro, corazón, espalda, estómago...

Sé consciente de las sensaciones corporales.

También nota cualquier cosa que suceda en tu mente.

Sencillamente son experiencias mentales.

Pensamientos, emociones, recuerdos, planes...

Todo eso es mente.

Reconócelo como mente, factores mentales.

Meras apariencias o imágenes sin existencia inherente.

Todos los pensamientos y emociones, ya sean estrés, tensión, ansiedad, tristeza...

A fin de cuentas son factores mentales.

No tienen existencia sustancial.

La mente no tiene color ni tamaño.

Carece de forma y contornos.

Escudriña tus interioridades.

Lo que hay dentro de la mente son imaginaciones.

No es real lo que percibes en tu mente.

Estrés, tensión, ansiedad, desánimo, tristeza...

Parece tan objetivo, tan real.

Dotado de constituyentes esenciales.

Pero sólo es experiencia subjetiva.

No es algo sólido ni sustancial.

Cualquier tipo de concepto o idea se va a deshacer.

Como las brumas matinales.

Como las nubes que se desvanecen en el cielo.

Cualquier clase de experiencias internas que notes...

Acércate, obsérvalas sin temor.

No te sientas confundido.

Porque no tienen existencia real.

Sólo están en tu cabeza.

No existen en el exterior.

Son meras apariencias mentales.

Representaciones ficticias, evanescencias.

Tan sólo eso.

En particular, las experiencias desagradables.

Pensamientos, emociones... acércate a ellos, los vas a conocer.

Y verás cómo desaparecen.

Porque no tienen existencia real.

Aunque parezca que sí en un primer momento.

Las emociones sólo son mente.

Es bueno soltar los rechazos, miedos, confusiones, dudas...

Siente curiosidad por conocer tu mente.

Acércate a las experiencias mentales despacio, con cariño.

Las dudas, la confusión, las preocupaciones...

Sólo son experiencia mental.

Los apegos, los aferramientos obsesivos, todo ello es mental.

Y lo mental carece de existencia objetiva.

Lo mental no tienen una entidad consistente.

Lo sabemos perfectamente.

Sólo es una fantasmagoría, una ilusión de la mente.

Meras figuraciones.

Por lo tanto, no debes temer por nada.

Nada debe confundirte.

Nada mental tiene la capacidad de dañarte si sabes manejarlo.

Tratamos a los factores mentales como si fueran algo físico, sólido, un objeto.

Pero no es así.

Sólo son experiencias frágiles y subjetivas.

Todo se resume a una percepción mental.

Aprende a manejar las distintas sensaciones.

Como si fueran los tenues reflejos de la Luna en un río o los reflejos de las estrellas sobre la superficie del mar.

El problema es que nosotros confundimos los reflejos con la realidad.

Suelta también las clasificaciones por opuestos.

Positivo y negativo, hermoso y feo, alto y bajo, etc.

La visión dualista que tenemos de la realidad es una ilusión.

Abandona la dualidad.

Esto te hará mucho bien, te dará calma y ecuanimidad.

Lo que hay dentro de la mente sólo es una experiencia mental.

Nada más.

El contenido de la mente carece de solidez y consistencia.

Se parece mucho a un espejismo.

Es mera apariencia mental que acaba diluyéndose, esfumándose.




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