TRANSFORMAR LA MENTE, LA AUTOBSERVACIÓN, LA LUZ CLARA, CÓMO SE DESARROLLA LA SABIDURÍA

 Transformar la mente

Buda enseñó que todos los seres pueden alcanzar la Iluminación. Iluminación equivale a / significa transformación. En efecto, la mente se puede transformar.

La mente está llena de "nudos de pensamientos", porque nos aferramos a cosas que creemos que son objetivas. Estos "nudos" pueden ser superados, tras un proceso de transformación sanadora.

El verdadero cambio empieza por uno mismo desde dentro. Es necesaria una transformación mental a nivel profundo. Si se logra este cambio interior, otros cambios positivos en el exterior vendrán por añadidura.

En este sentido, el conocimiento es una herramienta de transformación. La naturaleza de la sabiduría de conocer. En todo momento y en todo lugar hay capacidad de conocer. Esta capacidad o facilidad de conocer puede calmar y transformar la mente.

La importancia de la observación

Podemos hacer esta meditación: cómo surgen los pensamientos y cómo se van. Es importante la autoobservación. Observar nuestros pensamientos, normalmente mezclados con intenciones y actitudes. Debemos estar conscientes y penetrar en nuestros pensamientos.

Penetrad en los detalles, en las cosas pequeñas de este proceso compuesto por pensamientos y emociones. Y, también, sensaciones negativas, positivas y neutrales. Dentro de nuestra mente observamos tendencias a sentirnos felices, tristes, confusos, etc. Ver todo esto ampliamente. Conviene concentrarnos en estos procesos, realizando observaciones.

A veces, la mente se concentra en lo externo o en el pasado o en el futuro. Hay que observar esto con confianza. Vamos a observar todo lo que esté sucediendo en la mente. Si hay emociones negativas y perturbadoras, las aceptamos, porque forman parte de la mente. Por ejemplo, si hay confusión, la confusión también forma parte de nuestra mente; aceptemos esto con tranquilidad.

Cuando estemos observando nuestra mente, no juzgarla, ni emitir juicios sobre ella. Nos limitamos a penetrar y observar desde cierta distancia. Deseamos conocer su funcionamiento y las características de su naturaleza.

La luz clara y la sabiduría

La mente es conciencia y no un objeto.

Los pensamientos cambian. Las emociones cambian. Pero la mente siempre está ahí.

La naturaleza última de nuestra mente es la luz clara y luminosa.

Debemos comprender esta luz clara de la conciencia. Esta es la sabiduría que transforma nuestros pensamientos en la vida cotidiana.

Deja libre la mente. Cuando hay luz clara y sabiduría la mente no deja ninguna huella detrás.

En esa luz clara no hay perceptor ni percibido; se está más allá del dualismo. Esa es la naturaleza de la Iluminación.

Se trata de una conciencia luminosa, es la luz clara, en virtud de la cual no hay ni sujeto ni objeto. Hay la unión de ambos. Desaparecen así las contradicciones y las diferentes características.

Cuando estamos en la conciencia luminosa, se puede detener el pensamiento conceptual. Es posible detener los pensamientos. Y en ese vacío surgirán experiencias, entre ellas, la carencia de existencia inherente. Las personas ordinarias no actualizan la luz clara.

¿Cómo se desarrolla la sabiduría?

En el budismo se enfatiza el valor de la sabiduría. Desarrollando la sabiduría más profunda se pueden limpiar los pensamientos más burdos y los apegos. La mente entonces se ve libre de pensamientos negativos y libre asimismo de las emociones que causan aflicción.

¿Cómo se desarrolla la sabiduría en los planos y niveles profundos? 

Primero, mediante la práctica regular de la meditación. Mirar como funciona nuestra mente. Dejar libre la mente y observarla con confianza. En el "Dhammapada", capítulo XX, se dice: "Verdaderamente, de la meditación brota la sabiduría".

Segundo, desvelando los engaños. Es preciso descubrir el engaño que provoca la ignorancia y ver los procesos que conducen al engaño.

En tercer lugar, leyendo. La lectura de textos budistas también constituye una fuente de sabiduría. Se recomienda una manera de leer atenta, acompañada de estudio y reflexión. Son muy numerosos los libros publicados sobre budismo y los autores de calidad que se pueden leer, así que no habrá ningún problema a la hora de encontrar publicaciones. Recomiendo los sutras en general, el Dhammapaga y autores como el filósofo Nagarjuna o el propio Dalai Lama.

En cuarto lugar, obtendremos sabias lecciones reflexionando sobre la impermanencia. Todo cambia constantemente. Normalmente pensamos al revés. En lugar de pensar en la impermanencia (que todo cambia continuamente), pensamos en esencias permanentes, es decir, en términos absolutos que no cambian. 

Finalmente, llegando a la verdad última. En el proceso de búsqueda de la sabiduría llegaremos a la verdad última: la vacuidad. Tanto la vacuidad del yo como de los fenómenos. La mente conceptual se aferra a los fenómenos como si tuvieran existencia verdadera. Esto es un gran error desde el punto de vista budista. En realidad, los fenómenos carecen de sustancia inherente.

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