LA COMPASIÓN, LA FELICIDAD Y EL AMOR UNIVERSAL

El gran enfoque Mahayana tiene dos conceptos fundamentales: sabiduría y compasión. Sabiduría que se basa en las 4 nobles verdades. Cuando la sabiduría está basada en la compasión y el amor universal, es más profunda. Ejemplo de esa indudable hondura es la sabiduría de la vacuidad. La combinación de sabiduría y compasión lo es todo en el budismo. Esta combinación es el principio, el medio y el final.

El proceso de la compasión es ver cómo viven el resto de los seres, el deseo de felicidad para ellos, valorarlos, ver cómo están atrapados en sus miserias.

El Amor Universal es una energía muy poderosa, puede transformarnos. El amor, la bondad y la compasión son necesarias para vivir. Los niños, los adultos y los ancianos todos las necesitan.

Tendemos a ver el lado negativo de las relaciones. Nos deprimimos con facilidad. No vemos el lado precioso de la vida. Ver la esencia de nuestra vida, es importante Primero hay que comprender el valor del amor, la verdad, la compresión mutua.

No hay ningún problema mental que no pueda ser purificado por el amor. Esta virtud puede ser cultivada por todos. Podemos limpiar nuestra mente (enfados, confusión, estrés...) a través del Amor Universal.

Nuestra mente está muy concentrada en sí misma; es demasiado individualista. Casi no hay espacio para el amor y la bondad universal. Abrid vuestro corazón, para que se haga profundo y amplio. No nos obsesionemos por banalidades, por cosas triviales. Nos concentramos mucho en nuestro egoísmo. Pero hay otra perspectiva. 

Una perspectiva diferente que consiste en comprender a todos los seres del Universo. Ver que nuestra vida es preciosa. Ver el lado de la virtud. En qué medida estamos relacionados. Esta parte la olvidamos.

Si lo pensamos bien, no somos individuos en absoluto. Nos necesitamos mutuamente. Saber esto nos da paz. El amor es una virtud poderosa. Nos centramos demasiado en nuestra individualidad, en nuestra forma de vivir. Sin embrago, cuando generamos compasión cambia el foco de interés: nos concentramos en la transformación interior.

Todo tiene su enseñanza y su límite.

Exageramos demasiado.

No sabemos lo que hay en nuestra mente.

Desarrollar confianza, en el amor y en la bondad.

Abramos nuestro corazón a todos los seres del Universo.

De un modo u otro estamos relacionados con los demás.

Todos, las personas, los tigres, los pájaros... su vida es preciosa, su felicidad es importante para nosotros, tan importante como nuestra propia felicidad.

Compasivos y bondadosos.

Todos los seres del mundo son nuestros amigos.

Nos apoyamos mutuamente.

Vivimos juntos.

Trabajamos codo con codo.

Ese deseo intrínseco de ser feliz es el mismo en todos los seres.

Nadie nace siendo malo, con el deseo de dañar.

Por las dificultades y hostilidades de la vida, nos volvemos demasiado individualistas.

La felicidad de los demás es nuestra felicidad.

Cuando son felices, los seres son bondadosos.

La bondad amorosa.

En la medida en que sean felices, serán bondadosos y nos apoyarán.

Los demás seres esperan de nosotros respeto, comprensión, bondad y confianza.

No hay nadie que sea siempre malo.

Respetar a todos los seres, ya que nos necesitamos mutuamente.

Que todos los seres tengan felicidad y éxito en la vida.

Que todos los seres sean física y emocionalmente felices.

No podemos vivir sin la compañía de los demás.

No podemos aprender sin la compañía de los demás.

No podemos comer sin la compañía de los demás.

No podemos vestir sin la compañía de los demás.

Pensando de este modo:

Tu mente se encuentra más equilibrada.

Tu mente adquiere amplitud.

Tu mente está satisfecha.



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