EL CULTIVO DE LA COMPASIÓN

 "La compasión es una mente que tiene el único gusto de la misericordia hacia todos los seres sintientes"

Nagarjuna


Cultiva la compasión (en sánscrito: "karuna"). Va a ser beneficioso para ti. Sentir compasión hacia alguien, aunque sólo sea unos minutos, te da una paz increíble.

La compasión, al igual que la bondad amorosa, debe ir dirigida en pequeña escala a unos pocos y a gran escala a toda la sociedad. La compasión es para nuestros familiares y allegados y para todos los seres del Universo.

Sin embargo, hay algunas dificultades para desarrollar la compasión en toda su plenitud y posibilidades. Es difícil sentir compasión porque tenemos muchos conceptos que nos mantienen cerrados. Estamos enfrascados en el trabajo, en nuestras preocupaciones diarias, en nosotros mismos. Estamos concentrados en nuestro yo interno. Esto se ha vuelto una realidad; es un hábito, con la fuerza del hábito. Incluso creemos que el egoísmo nos protege, pero no es así. Se trata de una creencia falsa. ¿Cómo cambiar esta creencia? Abriendo nuestro corazón a otros seres, valorándolos, comprendiendo y perdonando sus defectos y errores.

En nuestra vida cotidiana tenemos que resolver muchos problemas y contratiempos. Estas situaciones adversas producen en nosotros: rechazo, disgustos, insatisfacción. Todo esto surge con frecuencia y nos cansamos. Nuestra mente acaba debilitándose. El antídoto para muchas emociones negativas y para el cansancio es la compasión, la disposición altruista y el amor.

En el desarrollo y la práctica de la compasión os va a ayudar el estudio intelectual. Leer textos budistas os guiará adecuadamente en esta tarea. Y, por supuesto, las enseñanzas y la orientación que dan los buenos maestros serán provechosas y de gran utilidad.

Los maestros adoran la compasión, le rinden homenaje y se postran ante ella. La compasión es beneficiosa para todos y para todo el Universo. El significado de cualquier virtud es que se beneficie a los demás sin causarles ningún daño. No dañar, así es. Todo lo beneficioso está enraizado en la compasión. Podemos adorar la piedad y ensalzarla; es necesario desarrollar nuestro entusiasmo hacia la compasión. Dejemos que ella nos inspire.

Gracias a la compasión y el amor emociones negativas como la aversión, el rencor o la tristeza, aunque surjan en tu corazón, no llegarán a impactar tu mente, es decir, pasarán sin dejar huella.

La compasión se puede definir como un proceso que nace en respuesta al padecimiento o malestar de los demás. Empieza con el reconocimiento del sufrimiento para luego dar paso a pensamientos de empatía (ponerse en el lugar del otro) y sentimientos de calidez y amor por quienes sufren. Esto a su vez estimula el deseo de aliviar o remediar el sufrimiento del otro.

En español la palabra compasión proviene de la palabra latina com-pati, "sufrir con". El diccionario de la Real Academia Española define la compasión como el "sentimiento de conmiseración y lástima que se tiene hacia quienes sufren penalidades y desgracias". 

En el budismo la compasión es el deseo de que los demás estén libres del sufrimiento y de las causas del sufrimiento. Se basa en valorar los sentimientos de los demás, incluye la empatía y el interés por el otro y también el deseo y la responsabilidad para hacer algo que puede beneficiar o mejorar la situación del otro.

En estas explicaciones acerca de la compasión y el altruismo no podemos olvidar la figura del "bodhisattva". Para el budismo Mahayana, el "bodhisattva" es alguien que, habiendo cultivado la "bidhichitta" (aspiración al despertar) ayuda a los demás seres a encauzarse en la senda del despertar. Representa el ideal de la sabiduría y la compasión. El "bodhisattva" es el ser que se define por su intención de eliminar el sufrimiento de todos los seres.

Comprender bien la interrelación que existe entre los seres humanos contribuirá a fomentar la compasión. Debemos comprender que la relación interpersonal es básica en nuestra vida. De forma natural nos relacionamos unos con otros. Nuestro egoísmo está enfocado de un modo claramente contrario a la naturaleza básica de nuestra existencia. Si comprendemos el hecho primordial de que nos interrelacionamos mental y físicamente, buscaremos la armonía y la concordia en la convivencia.

La felicidad de los demás es nuestra felicidad. El sufrimiento de los demás es nuestro sufrimiento. Porque estamos relacionados estrechamente unos con otros. Lo que es un factor beneficioso para los demás es beneficioso para mí. Lo que es un factor dañino para los demás es dañino para mí. Al valorar y respetar a los demás seres, también nos beneficiamos nosotros.

Ser comprensivo y cooperar con los demás es un factor para que surja la paz en nuestro corazón. Pensemos en ello detenidamente hasta comprenderlo bien. Comienza a sentar interés por la compasión y el amor universal. Cuando nos interesamos en la bondad universal, se transforman rápidamente la depresión, la envidia, el odio, la ira, etc.

La meditación en el tema de la compasión es muy recomendable. Debemos meditar continuamente sobre la bondad, la piedad para disolver el egoísmo, la envidia y los conflictos personales. El objetivo es tratar de limpiar y purificar nuestro ego, la negatividad, meditando sobe la compasión.

La actitud compasiva nos ayudará mucho a resolver conflictos interpersonales. Si alguien está en tu contra y no generamos odio, si no sentimos fastidio, nuestro oponente finalmente se va a cansar. En estos casos, no debemos abandonar la meditación en la compasión. Es bueno comprender las emociones de la personas con quienes nos peleamos.

Básicamente esa persona, que vemos como un rival o adversario, también busca la felicidad, igual que yo. Ponerse en el lugar del otro con quien discutimos es muy útil ya que nos da un nueva perspectiva. Cuando estamos en un conflicto con otro, conviene ver las emociones que surgen (enfado, animadversión, deseo de venganza...) como factores mentales pasajeros. No siempre van a estar ahí. Además, al ego le gusta imponer sus opiniones y llevar siempre razón. Esto empeora las discusiones. Nuestra opinión es solamente una opinión.

Nos perturbamos en una disputa porque no hemos conseguido lo que queremos. El otro también tiene sus deseos, tengámoslo en cuenta. En las discusiones debemos calmarnos; si lo conseguimos surgirá la paz. Las peleas y discusiones crean desarmonía en el ámbito de la amistad, del trabajo o de la familia. Así será más difícil sentir compasión.



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