LOS HÁBITOS, LA DEPRESIÓN, LA OBSERVACIÓN DE LOS PENSAMIENTOS Y EMOCIONES

Permitid que los pensamientos funcionen con libertad. Dejadlos en libertad sin considerarlos positivos, negativos o neutrales. No intentéis ni controlarlos ni pararlos. Soltad y dejad que fluyan libremente, sin la menor tensión, sin preocuparse por el tipo de experiencia que haya. Simplemente dejarlos libres. Cualquier pensamiento que surja dejadlo pasar. Así los pensamientos se calmarán y podréis experimentar la paz interior aquí y ahora. 

Tenemos muchas tensiones y distracciones en la vida diaria. Por ejemplo, tenemos el hábito de buscar continuamente satisfacción para nuestros deseos. Esto sin duda provoca estrés y ansiedad. Este hábito hace que nos cansemos con facilidad. La costumbre de satisfacer todo el tiempo nuestros deseos y el estrés sumado al cansancio nos hace perder nuestro equilibrio  mental. Para transformar todo esto hay que tener en cuenta los hábitos

Aunque meditemos, si no vigilamos nuestro hábitos mentales mediante "estar consciente" de todas las experiencias, no avanzaremos. 

En general se puede afirmar que las experiencias surgen por alguna causa. Las causas de la felicidad se hayan dentro de nuestra actitud mental, dependen de nuestra forma de hablar, de nuestros hábitos mentales. Y lo mismo sucede con las causas del sufrimiento, que se basan en nuestras actitudes mentales

Debemos aprender esto: nuestras palabras, nuestras acciones dejan huella en nuestra mente, la impactan. El impacto se traduce en estados mentales de disgusto, estrés o agitación mental. Debemos ser cautos, especialmente cuando sufrimos depresión. En este caso es aconsejable no hacer mucho ejercicio físico, alejar los pensamientos sombríos, y no criticar, ya que todo eso tiene un impacto sobre la mente. Tratar de hablar sobre cosas bellas, cuando tenemos síntomas de depresión. Este estado puede provocar ansiedad o estrés. Ser consciente de esto. Estás consciente de ello. Aprender a reconocerlo. Esto es lo mejor.

La depresión es semejante al enfado: un estado de disgusto y aflicción. Este estado provoca que discutamos y que los pensamientos sean negativos. Tales discusiones, el disgusto y las ideas negativas impactan en nuestra mente. Todos estos pensamientos pesimistas y muy negativos alimentan tanto a la depresión como al enfado. 

Agitación, confusión, abatimiento, tristeza... debemos buscar las causas. Que no nos debilite interiormente la raíz de todo eso está en nuestro hábitos y actitudes. Con la meditación podemos estudiar acerca de ésto. Fijémonos ahora en los deseos. Viene uno y después otro, hasta que finalmente quedamos esclavizados por los deseos. 

Mirar todo esto. Cuando meditamos observamos cualquier experiencia de nerviosismo, de agitación o malestar. Pero esto sólo es una experiencia. Incluso la confusión es también una experiencia. Aprender acerca de nuestros pensamientos. Para ello, es preciso penetrar en ellos. ¿Qué son los pensamientos? Rara vez se habla sobre este tema. Todo el mundo habla de la felicidad pero pocos hablan de qué es la felicidad, la experiencia mental de la felicidad. Dejar que surja cualquier pensamiento, observarlos detenidamente: como aparecen, sus características, cuanto duran... Los pensamientos son imágenes, ideas, experiencias mentales. Pero es sólo pensamiento. A fin de cuentas es mente. El pensamiento no es sólido como el objeto exterior. 

Los pensamientos provocan las experiencias de felicidad, sufrimiento o son neutrales. Y reaccionamos con agrado, desagrado o indiferencia. Observa los pensamientos. Tienen una naturaleza impermanente. Surgen y cesan. No trates de evitar los pensamientos. Es sólo pensamiento. No es nada más que nuestra mente en acción. No intentéis detenerlos ni controlarlos. Al fin y a la postre es simplemente pensamiento, experiencia mental. No se trata de un objeto físico palpable. Dad la bienvenida a cualquier pensamiento. Dejar que surja y se vaya, ya que son sólo fenómenos subjetivos. 

No son cosas objetivas, concretas, tangibles o sólidas, ni mucho menos. En ningún caso el pensamiento posee la solidez que erróneamente le atribuimos. El pensamiento, la mente no tiene forma ni color; es conocer las cosas, poder distinguir las cosas y poder penetrar en ellas. 

Nuestra comunicación mental (el diálogo interno que mantenemos a diario) es sólo mente, no es algo objetivo. Ese diálogo está produciendo constantemente agrado, desagrado o indiferencia. En la medida en que reconozcamos que sólo son experiencias mentales, podremos transformarlas y desactivarlas. Si reconocemos nuestros pensamientos, no impactarán nuestra mente. Reconocer todo esto como mente, simplemente como experiencia subjetiva, sin más. 

Los pensamientos de mi mente 

Como surgen de forma natural

Como se alejan de forma natural

No dejan huella en la mente

Ahora no os preocupéis por nada

Lo más importante es notar ésto: 

Siempre estamos mentalmente hablando

Esa es la fuerza otorgada por nuestro hábito

Surgen imágenes e ideas

Nuestra mente está hablando

Es sólo una experiencia mental

Esta comunicación causa distintas emociones

Esta comunicación es la fotografía de mi mente

Al liberarnos podemos transformar

La imagen mental no es un objeto físico

Concreto, sólido, palpable

Verlo como imagen mental

Tomemos el ejemplo de una pesadilla

Creemos que es cierta

Incluso produce temor

Pero en realidad sólo es un mal sueño

Lo mismo sucede con los pensamientos

Que produce nuestra mente




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