LA NATURALEZA DE LOS ELEMENTOS: CAUSALIDAD, IMPERMANENCIA, INTERRELACIÓN
No intentéis controlar ni corregir vuestros pensamientos. Dejadlos en libertad. De este modo experimentaréis la paz genuina aquí y ahora.
La naturaleza de los elementos: su impermanencia, su interdependencia. Distinguimos entre elementos internos y externos, puros e impuros, etc. Todas las cosas están sometidas a la causalidad. Las causas y condiciones provocan una sensación, por ejemplo, el enfado, que no viene porque sí. Interviene la ley de causalidad.
¿Qué elementos provocan el color? Diversos elementos. Los elementos que causan el color son partículas, pero no encontraremos el color al analizar sus componentes. La experiencia de la confusión, el estrés, las distracciones... penetran en ella. Cuando se unen diversos elementos producen enfado. Las causas que producen el enfado son varias. El enfado necesita causas y condiciones. Puede que una palabra cause enfado. La palabra está compuesta por sílabas. El simple hecho de escuchar esos sonidos por sí mismo no produce enfado. Además necesitamos la sensación de orgullo: "me está lastimando", "está hablando mal de mí". Este cúmulo de factores converge en un punto para producir la sensación de enfado. Tenemos también la sensación de rechazo. Sin duda hay aferramiento en varios grados. Todo bajo la ley de causalidad e interdependencia.
Discriminaciones: amigo/enemigo, atrayente/rechazable, puro/impuro, feo/bello, joven/viejo, hombre/mujer... Visto de esta manera todo parece entrar en contradicción con un opuesto. Pero en realidad todos los elementos de la naturaleza están intercambiándose. Rechazamos la basura debido a la sociedad. En cambio, las plantas nos gustan, pero las dos cosas están formadas por los mismos componentes. La basura llega a formar parte de las plantas. Cuando comemos plantas, ellas formarán parte de nuestro cuerpo. En los elementos no existen esas diferencias puro/impuro, atrayente/rechazable, etc. que nosotros hacemos. De hecho, estos opuestos aparentes comparten los mismos elementos.
El elemento del agua, la tierra, el fuego, el aire... su naturaleza es impermanente. Todo está interconectado en nuestro cuerpo. Las plantas, el agua, el aire están convirtiéndose en parte de nuestro cuerpo físico por medio de la alimentación.
Los elementos que componen nuestro cuerpo y aquellos que configuran lo externo tienen la misma naturaleza. No existe lo interior y lo exterior, lo puro o lo impuro, etc. de forma absoluta.
Lo bello y lo feo, en realidad, comparten los mismos elementos. No existe lo bello y lo feo de forma absoluta. Joven/viejo, hombre/mujer, los elementos que componen estos aspectos son los mismos. No existe masculino y femenino. Todos estos elementos son impermanentes, se transforman los unos en los otros de contínuo. Lo joven se convierte en viejo. Lo externo en interno. Lo impuro en puro. Todos los elementos se están transformando, no están anclados en una posición. Así pues, todo el Universo se está transformando. No está fijo en un aspecto o identidad. Nunca permanece inmóvil.
De forma natural se convierten los unos a los otros. Esta es la verdadera naturaleza de la interdependencia y el cambio. La naturaleza de la interconexión, del entrelazamiento y la impermanencia es algo maravilloso, pero nuestra mente tiene la costumbre de aferrarse a unos objetos, se aferra a posiciones fijas, discrimina.
La experiencia de nuestra mente tampoco se puede definir de forma absoluta. Es la suma de aspectos, conceptos, circunstancias. Para que se produzca por ejemplo el enfado se necesitan diversos procesos de pensamiento. La ira no nace sin causa. Se necesita el ego herido o humillado, la indignación por algo que nos parece inaceptable o el disgusto hacia una crítica que nos han hecho. Todo eso junto puede ocasionar el enfado.
El egoísmo sólo no es enfado. El rechazo no es exactamente el enfado. La intolerancia es parte del enfado. La sensación negativa de nuestro cuerpo no es el enfado, pero está provocada por el enfado. Así pues, el enfado no puede definirse de modo sustancial. Es todo junto y enlazado. El resultado de la conjunción de varios factores. El enfado es una experiencia.
Toda experiencia, toda situación se transforma, cambian, están interconectado. Todo está bajo la ley de causa y efecto, tanto los fenómenos internos como los externos. Las experiencias mentales son procesos de causa y efecto.
Somos impermanentes. Nuestro cuerpo físico, amistades, familiares, etc. son impermanentes. Todas las partículas y elementos cambian y nuestra experiencia mental también. El movimiento y la transformación se producen a nivel macroscópico y microscópico en el Universo. La realidad fluye de forma constante, sin interrupción. Las cosas se están transformando. Si no cambiaran no podrían conectarse y funcionar. Todo está constantemente cambiando e interrelacionándose.
Cultivar la sabiduría.
Cultivar la visión penetrante.
Esto nos permite descubrir la naturaleza de la realidad, la impermanencia.
Estar libre de aferramientos, ignorancias, ataduras y engaños
Liberarnos del aferramiento, de toda clase de apegos.
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