EL EGOCENTRISMO

Nuestra atención está en el mundo exterior normalmente. Por eso nuestra mente se agita. cuando todas las distracciones y fenómenos psicológicos y mentales surgen, hay agitación. Cuando todo ésto se calma, tenemos paz, surgen montones de distracciones, las interpretamos, nos aferramos a ellas.

mejor mirar los pensamientos y emociones sin interpretar, como quien mira un cuadro en un museo. Dejarlos que sucedan con confianza y estos pensamientos se alejarán por sí mismos. Ser conscientes de ellos, pero dejarlos en libertad, dejar que fluyan. Estar vigilantes. A veces nuestra mente pasa por estados: soror, laxitud, dolor, etc. No sentir disgusto por ello. Ser consciente de estos estados, pero dejarlos pasar. La respiración debe ser normal, sin esfuerzo.

En la meditación, la columna recta, los ojos ni abiertos ni cerrados, ligeramente abiertos. Los ojos abiertos pueden conducir a la distracción, los cerrados a la laxitud. Las manos en el regazo. La cabeza ligeramente hacia delante. La vigilancia mental dejarla libre. Cualquier pensamiento que surja, dejarlo pasar.

Mirar la película mental, pero dejándola libremente. Esto nos ayuda a relajarnos. En nuestra vida tenemos muchas sensaciones de disgusto o rechazo y todos sabemos que la felicidad y la paz mental es lo mas importante. Cuando en nuestra mente hay montones de pensamientos, está perturbada, surge el rechazo, el disgusto, el odio y ésto va a afectar a nuestra mente de forma dolorosa. Y cuando practicamos la meditación para calmar nuestra mente, miramos esta película como algo no objetivo, algo mental, no externo. Las sensaciones también son una experiencia subjetiva.



La compasión nos ayuda a transformar nuestros pensamientos. Necesitamos practicar la compasión hacia nosotros mismos. Mirar hacia otros nos ayuda. La compasión nos limpia. Para poder practicar la compasión necesitamos fijarnos en el egoísmo y como se manifiesta el egoísmo. El egoísmo impregna todos los engaños. El egoísmo es una mente falsa, un factor mental. No es algo objetivo. Necesitamos reducirlo y calmarlo. Todo está centralizado por el egoísmo. Nos estamos concentrando demasiado en nosotros mismos, en un yo interior (disgusto, temor, rechazo, me trataron mal, ésto no me gusta...). Nos enfadamos.

El egoísmo provoca los demás factores mentales. esto nos provoca cansancio y debilidad. ¿Por qué sentimos eso?. ¿Por qué con facilidad siento disgusto, me siento incómodo?. Esto es porque nos estamos aferrando demasiado al yo interno. El aferramiento es un factor mental. Definámoslo así. Cuando lo reconocemos nos ayuda a calmarlo. Muchas veces nos odiamos a nosotros mismos, no nos gustamos, nos enfadamos, pero en lo profundo nos gustamos. No toleramos críticas hacia nuestros defectos. Tenemos que ver estos procesos: de dónde vienen, cómo suceden: esto es aferramiento, egoísmo. Cuando meditamos, nuestro egoísmo se calma y nos amamos a nosotros mismos. Todo aquello que provoca sufrimiento está cansada por aferramiento y egoísmo. Saber ésto nos da confianza. Esta actitud egoísta es el origen de todas esas dificultades. Los conflictos y las guerras son ocasionados precisamente por el aferramiento al ego.

Los diferentes tipos de sufrimiento aparecen por causas y condiciones. Detrás de cada sensación hay una causa, una razón, que básicamente es nuestro egoísmo o nuestro aferramiento a un yo interno. El egoísmo es un factor mental. Debido a la actitud egoísta sentimos disgusto. Decimos "por qué a mí no me gusto". La razón, como vemos en esta expresión, es el yo.

Adoptamos una actitud autodefensiva y competimos con los demás. Parece algo muy objetivo, pero, en realidad, está motivado por una actitud subyacente que está en nuestra mente. El factor mental del egoísmo provoca ansiedad, cansancio. Todo ésto: la actitud de autodefensa, la competitividad son solo experiencias mentales.

Así nuestra mente se oscurece y vivimos en la ignorancia. La ignorancia y la oscuridad también son factores mentales. No son nada sustancial ni objetos externos. De la ignorancia nace el enfado, la tristeza, el temor, los celos, la envidia, que sólo son actividad mental, experiencia mental.



Todas estas sensaciones se repiten en nuestra mente que se centraliza en nuestro egoísmo, en nuestro aferramiento al ego.

Todos los seres sufren de esta manera, pero no se dan cuenta de que están esclavizados por el egocentrismo, atrapados en su egoísmo. Los seres no son conscientes de como el egoísmo se manifiesta en orgullo, tristeza, depresión. Incluso pueden llegar al extremo de matarse unos a otros debido a que están esclavizados por el egocentrismo.

La felicidad, la compasión, el equilibrio, la estabilidad mental surgen de modo natural, Entonces tendremos claridad mental y fuerza interior. Imaginemos que todas esas sensaciones negativas se discuelven. Todo se disuelve y desaparece.

El que vence y el que sufre la derrota, ambos pierden. Esta actitud egoísta que se expresa en la rivalidad constante hace que nuestra vida carezca de sentido. hace que la belleza pierda su sentido. todo ese sufrimiento es creado por nuestra mente. si adoptamos el punto de vista de la compasión, todo recupera su sentido.

Cuando miramos a través de la felicidad de nuestra mente todo es bello y significativo. Que todos los seres puedan liberarse de las ataduras del egoísmo. Que todos los seres puedan ser compasivos.

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