EL KARMA (LA LEY DE CAUSA Y EFECTO)
"Karma" es acción. Las acciones dejan huella en nuestra mente. Del mismo modo que dependiendo de la semilla, surgen unas u otras plantas, de las acciones se derivan diversos efectos.
En la mente se quedan grabadas las huellas o consecuencias de nuestras acciones. Las impresiones kármicas (que no son sustanciales) pueden ser purificadoras.
Una acción positiva nunca es en vano, nunca se pierde. Su fruto llegará de un modo u otro.
De una sola acción se producirán consecuencias de forma inmediata o a largo plazo.
Las acciones positivas generan un clima positivo, una energía positiva que favorece a otros y a nosotros mismos. Todos hemos tenido esta experiencia.
Por el contrario, cuando realizamos una acción negativa, y aún mas si la realizamos con una intención mental negativa, podemos ver los resultados adversos.
Hay diferentes grados de resultados kármicos. Cuanto mas positiva es la acción, mas beneficios se producirán. de ahí la importancia de acumular cosas buenas y de propiciar y favorecer lo positivo.
Es aconsejable llevar a cabo acciones meritorias, proyectos e intenciones virtuosas, aunque nos enfrentemos a obstáculos. Por ejemplo, a veces actuamos de un modo compasivo y no obtenemos de los demás la respuesta que esperábamos. esto nos puede hacer perder la fe en la virtud.
La acción positiva tiene el poder de crear resultados positivos, aunque los otros no reaccionen como deseamos. El problema es que nuestras acciones positivas en ocasiones van acompañadas de egoísmo o de segundas intenciones. Esto disminuye el poder de los resultados esperados.
Las acciones en general no son positivas puras ni negativas puras. Como nuestras acciones están mezcladas, los resultados también son mezcla.
Aunque no veamos las consecuencias inmediatamente, eso no quiere decir que hay sido en vano.
Hay tres tipos de resultados:
Dejaremos de ser enemigos de nosotros mismos y dejaremos de echarnos abajo. Los problemas no serán tan importantes.
Cosas que antes nos parecían muy difíciles ya no las consideraremos un problema. Valoraremos las necesidades de los demás como las nuestras. Dejaremos de protegernos de modo excesivo. Cuando nos ponemos a la defensiva, en vez de defendernos, estamos generando mas resentimiento.
Conviene no estar apegados a los resultados, no aferrarse a los resultados, pues no existen absolutamente.
Se puede dar el caso de acciones con resultados positivos a corto plazo pero negativos en el largo plazo. Cuando alguien roba 100 o 1000 euros eso le produce resultados positivos a corto plazo pero a largo plazo el robo le puede traer consecuencias adversas.
hemos de transformar nuestra vida en el "samsara" y llegar a la liberación, al nirvana.
En cuanto a la generosidad, uno no debe aferrarse a uno mismo, ni al objeto que da, ni al resultado de esta acción. esta es la actitud mas elevada de la generosidad, una generosidad totalmente desinteresada. es difícil que cuando practicamos la generosidad no tengamos alguna expectativa para el ego. este tipo de expectativas complica la práctica de la virtud. La actitud ideal: generosidad sin esperar nada a cambio.
Lo importante es estar en paz, ser felices, estar sanos, y no lo que va a pasar en el futuro, que no nos afecte lo que puede suceder en el porvenir.
Que vayamos incrementando nuestra virtud y al mismo tiempo, nuestra fortaleza y nuestra capacidad de resistencia.
Todo depende de nuestra visión, de la manera de ver las cosas. Si, mentalmente, algo te parece bueno, es bueno. Si con la mente te parece malo, es malo. Todo lo crea la mente.
Tomar las situaciones o circunstancias como un modo de aprender. Pero no dejarse abrumar por ellos. No llorar, amargarse ni apenarse. Todo está en la mente, como decíamos hace un momento. Conviene ver con la mente las ventajas de una situación determinada. Si reaccionamos con la queja, el desagrado, la confusión, la tristeza o nos vence la situación, viene la depresión.
La depresión es el resultado de repetir mil veces que algo es malo, que es malo, que es malo. El antídoto consiste en decir: no es tan malo. Y repetir ésto.
En la mente se quedan grabadas las huellas o consecuencias de nuestras acciones. Las impresiones kármicas (que no son sustanciales) pueden ser purificadoras.
Una acción positiva nunca es en vano, nunca se pierde. Su fruto llegará de un modo u otro.
De una sola acción se producirán consecuencias de forma inmediata o a largo plazo.
Las acciones positivas generan un clima positivo, una energía positiva que favorece a otros y a nosotros mismos. Todos hemos tenido esta experiencia.
Por el contrario, cuando realizamos una acción negativa, y aún mas si la realizamos con una intención mental negativa, podemos ver los resultados adversos.
Hay diferentes grados de resultados kármicos. Cuanto mas positiva es la acción, mas beneficios se producirán. de ahí la importancia de acumular cosas buenas y de propiciar y favorecer lo positivo.
Es aconsejable llevar a cabo acciones meritorias, proyectos e intenciones virtuosas, aunque nos enfrentemos a obstáculos. Por ejemplo, a veces actuamos de un modo compasivo y no obtenemos de los demás la respuesta que esperábamos. esto nos puede hacer perder la fe en la virtud.
La acción positiva tiene el poder de crear resultados positivos, aunque los otros no reaccionen como deseamos. El problema es que nuestras acciones positivas en ocasiones van acompañadas de egoísmo o de segundas intenciones. Esto disminuye el poder de los resultados esperados.
Las acciones en general no son positivas puras ni negativas puras. Como nuestras acciones están mezcladas, los resultados también son mezcla.
Aunque no veamos las consecuencias inmediatamente, eso no quiere decir que hay sido en vano.
Hay tres tipos de resultados:
- En esta vida
- En la vida futura
- Inciertos (acciones incompletas con resultados inciertos)
Todas las acciones positivas se pueden purificar. Lo mismo sucede con las acciones positivas incompletas. Las negativas también pueden ser purificadas.
Las acciones kármicas sólo funcionan dentro del "samsara" (ciclo de nacimiento, vida, muerte y reencarnación). Si uno se sitúa más allá del "samsara", el "karma" ya no funciona. Entonces, la persona está libre. Si elige algo lo hará por propia elección. El poder de elección de una persona está por encima del "karma". Además, esta persona realizará acciones no contaminantes.
El "karma" se origina porque nuestra mente se aferra al ego. Cuando la persona se libera del ego, rompe directamente con la raíz del Karma.
Y cuando se obtiene el estado de "arhat" (alguien que ha alcanzado el entendimiento) el karma se purifica.
El "samsara" es el estado en que no hay elección. Estamos bajo el poder de nuestros engaños. Así pues debemos cruzar el océano del "samsara".
Estamos movidos por las fuerzas positivas y negativas del pasado. El "karma" es una creación de nuestra mente. Debemos ser maestros de nuestra mente y controlarla. La causa del karma es el aferramiento al yo, al egoismo, a la actitud exclusivamente centrada en uno mismo.
Para superar el aferramiento al yo hemos de practicar el amor universal y la compasión con un antídoto perfecto contra la mente egoísta que nos hace crear karma negativo mediante palabras y acciones. Este es el mejor antídoto contra los engaños.
Sentirse inspirado por la compasión, generar fe en el amor universal, realizar acciones compasivas va a transformar nuestra mente. La sabiduría que propone la ausencia de ego es una sabiduría muy profunda.
Una situación no resuelve únicamente con deseo o rezos. Sólo con deseo o rezos difícilmente obtenemos buenos resultados. Pero si nos implicamos en una acción eso tiene un resultado de verdad.
Si se habla bien de los demás se encuentran buenos amigos. Sólo lo que hagamos puede ser realmente eficaz. Es la acción especialmente lo que produce el resultado. Los deseos y oraciones nos ayudan mentalmente y originarán fuerza interior, pero las acciones son lo mas importante, son la causa principal.
En todas las circunstancias que nos toca vivir hay un componente causal. No hemos elegido nacer aquí. tampoco hemos elegido la familia, ni el tipo de vida. ¿Los amigos los hemos elegido?. Es difícil responder. Todo ésto no viene por el "karma". No tenemos libertad, en cierto sentido. Nos viene dado.
Todo en general se debe a unas causas anteriores. Por ejemplo, nos hemos preparado para realizar un trabajo, antes de encontrarlo. El modo en que experimentamos las cosas tiene unas causa anteriores también. Si queremos ser médicos tenemos que generar las causas para ser médicos.
No tenemos capacidad de elección sobre cuándo vamos a morir ni como ni el tipo de vida postmortem. En este sentido, estamos un poco perdidos, pues no sabemos que nos sucederá. Vamos hasta cierto punto sin control.
En virtud de la causalidad kármica (ley de causa y efecto), aunque no sabemos donde vamos a ir si hemos acumulado acciones meritorias, toda esa positividad nos beneficiará. Aunque tengas una enfermedad grave antes de morir, te irás de este mundo en paz. Nos iremos con mucha paz.
No tenemos garantías de lo que nos va a pasar, pero si hemos practicado la paciencia, la virtud y la compasión, en las circunstancias duras tendremos otra actitud. Aunque nos veamos obligados a pasar por situaciones difíciles nuestra actitud será diferente.
no estaremos afligidos ni deprimidos. No perderemos la esperanza. Las bendiciones de las acciones buenas que hemos realizado anteriormente tienen el poder de ayudarnos y protegernos.
La muerte es una experiencia de muchísimo sufrimiento pero el poder del mérito es superior a esa experiencia.
Así es como funciona el poder del mérito virtuoso y el poder del no-mérito o demérito.
La ley de la causalidad se aplica a todos los seres vivos provistos de mente, con independencia de la religión que tengan. La persona que tenga méritos acumulados contará con el poder del mérito. No importa que esa persona sea o no religiosa, sea o no budista, conozca o no el dharma (la doctrina).
Esta es la presentación que hace el budismo del "karma". El budismo cree en el poder del karma, en el poder de la causalidad. "Karma" significa acciones meritorias y práctica espiritual a nivel mental, verbal o físico.
La práctica de la tolerancia es karma. Ser compasivo también. La actitud mental positiva, el perdón, todo es karma y puede transformar y purificar nuestra negatividad. En la vida acumulamos mucha negatividad. Necesitamos purificación.
Una manera de purificarnos de la negatividad es tomar refugio en Buda, la sanga (la comunidad budista) y en el dharma (la doctrina).
Del "karma" positivo y negativo, el que sea mas poderoso será el primero que produzca resultado. No tenemos que preocuparnos de nuestros fallos y errores. Lo importante es cultivar lo positivo, en el nivel del pensamiento y en el de la acción.
Esto es mejor que estar sintiéndose culpable y atacándose a uno mismo por ciertos motivos. A veces no somos justos con nosotros. No somos capaces de perdonarnos a nosotros mismos. Llegados a este punto, es mas sano e inteligente, en lugar de machacarse a uno mismo, realizar acciones positivas.
Es fácil acumular méritos positivos. Se acumula mucha virtud deseando que los demás sean felices. La actividad del amor y la compasión crea buen "karma". Además desear la felicidad a los demás es un modo de entrenar la mente en la positividad.
Conviene acumular méritos en tres niveles:
1) físicamente
2) mentalmente
3) verbalmente
Esto es muy sano. Acumular acciones meritorias con la palabra, la mente y la acción nunca es en vano, nunca se pierden. Estas acciones nos van a proporcionar mucho apoyo y situaciones muy buenas.
Reconocer las acciones no virtuosas que uno comente es bueno. Pero no lo es llenarse de culpa e intentar demolerse a uno mismo. Esto no nace de nuestra inteligencia, sino de nuestra ignorancia.
Especialmente las ideas de amor y compasión tienen un gran poder para transformar todas las negatividades. Conocer la realidad última, es decir, la vacuidad, neutralizará para siempre la negatividad de la mente.
Pero hay algunas dificultades para poner en práctica el amor y la compasión. estamos demasiado centrados en nosotros mismos. En realidad estamos mas centrados en nuestro ego, que en la idea del amor y la compasión. Tenemos tendencia a estar preocupados por nosotros mismos y a estar a la defensiva.
Debido a la fuerza de la costumbre, resulta difícil ir hacia ideas de compasión, amor, perdón y sabiduría, incluso a nivel intelectual. Por eso hay que ir poco a poco. Es preciso superar el ego y debilitarlo. Tenemos que superar también la actitud de estar centrado en uno mismo todo el tiempo. No deberíamos preocuparnos tanto de nosotros mismos y salir de la red de egoísmo en la que estamos atrapados. Saber como están los demás, preguntarlos que tal están.
Los demás tienen las mismas necesidades que nosotros, respeto, amista, ser especiales, necesidad de desarrollar relaciones sinceras... Nosotros necesitamos de los demás: paciencia, perdón, respeto... Esto es verdad. es una realidad. este es le modo en que podemos abrir nuestro corazón y superar el ego.
El primer paso que tenemos que dar es ser conscientes de ello. Ser conscientes de lo que los demás están necesitando y de los errores que estamos cometiendo. Después de generar este conocimiento dejaremos de estar perdidos. Si nos enfadamos, será un enfado diferente.
El "samsara" es el estado en que no hay elección. Estamos bajo el poder de nuestros engaños. Así pues debemos cruzar el océano del "samsara".
Estamos movidos por las fuerzas positivas y negativas del pasado. El "karma" es una creación de nuestra mente. Debemos ser maestros de nuestra mente y controlarla. La causa del karma es el aferramiento al yo, al egoismo, a la actitud exclusivamente centrada en uno mismo.
Para superar el aferramiento al yo hemos de practicar el amor universal y la compasión con un antídoto perfecto contra la mente egoísta que nos hace crear karma negativo mediante palabras y acciones. Este es el mejor antídoto contra los engaños.
Sentirse inspirado por la compasión, generar fe en el amor universal, realizar acciones compasivas va a transformar nuestra mente. La sabiduría que propone la ausencia de ego es una sabiduría muy profunda.
Una situación no resuelve únicamente con deseo o rezos. Sólo con deseo o rezos difícilmente obtenemos buenos resultados. Pero si nos implicamos en una acción eso tiene un resultado de verdad.
Si se habla bien de los demás se encuentran buenos amigos. Sólo lo que hagamos puede ser realmente eficaz. Es la acción especialmente lo que produce el resultado. Los deseos y oraciones nos ayudan mentalmente y originarán fuerza interior, pero las acciones son lo mas importante, son la causa principal.
En todas las circunstancias que nos toca vivir hay un componente causal. No hemos elegido nacer aquí. tampoco hemos elegido la familia, ni el tipo de vida. ¿Los amigos los hemos elegido?. Es difícil responder. Todo ésto no viene por el "karma". No tenemos libertad, en cierto sentido. Nos viene dado.
Todo en general se debe a unas causas anteriores. Por ejemplo, nos hemos preparado para realizar un trabajo, antes de encontrarlo. El modo en que experimentamos las cosas tiene unas causa anteriores también. Si queremos ser médicos tenemos que generar las causas para ser médicos.
No tenemos capacidad de elección sobre cuándo vamos a morir ni como ni el tipo de vida postmortem. En este sentido, estamos un poco perdidos, pues no sabemos que nos sucederá. Vamos hasta cierto punto sin control.
En virtud de la causalidad kármica (ley de causa y efecto), aunque no sabemos donde vamos a ir si hemos acumulado acciones meritorias, toda esa positividad nos beneficiará. Aunque tengas una enfermedad grave antes de morir, te irás de este mundo en paz. Nos iremos con mucha paz.
No tenemos garantías de lo que nos va a pasar, pero si hemos practicado la paciencia, la virtud y la compasión, en las circunstancias duras tendremos otra actitud. Aunque nos veamos obligados a pasar por situaciones difíciles nuestra actitud será diferente.
no estaremos afligidos ni deprimidos. No perderemos la esperanza. Las bendiciones de las acciones buenas que hemos realizado anteriormente tienen el poder de ayudarnos y protegernos.
La muerte es una experiencia de muchísimo sufrimiento pero el poder del mérito es superior a esa experiencia.
Así es como funciona el poder del mérito virtuoso y el poder del no-mérito o demérito.
La ley de la causalidad se aplica a todos los seres vivos provistos de mente, con independencia de la religión que tengan. La persona que tenga méritos acumulados contará con el poder del mérito. No importa que esa persona sea o no religiosa, sea o no budista, conozca o no el dharma (la doctrina).
Esta es la presentación que hace el budismo del "karma". El budismo cree en el poder del karma, en el poder de la causalidad. "Karma" significa acciones meritorias y práctica espiritual a nivel mental, verbal o físico.
La práctica de la tolerancia es karma. Ser compasivo también. La actitud mental positiva, el perdón, todo es karma y puede transformar y purificar nuestra negatividad. En la vida acumulamos mucha negatividad. Necesitamos purificación.
Una manera de purificarnos de la negatividad es tomar refugio en Buda, la sanga (la comunidad budista) y en el dharma (la doctrina).
Del "karma" positivo y negativo, el que sea mas poderoso será el primero que produzca resultado. No tenemos que preocuparnos de nuestros fallos y errores. Lo importante es cultivar lo positivo, en el nivel del pensamiento y en el de la acción.
Esto es mejor que estar sintiéndose culpable y atacándose a uno mismo por ciertos motivos. A veces no somos justos con nosotros. No somos capaces de perdonarnos a nosotros mismos. Llegados a este punto, es mas sano e inteligente, en lugar de machacarse a uno mismo, realizar acciones positivas.
Es fácil acumular méritos positivos. Se acumula mucha virtud deseando que los demás sean felices. La actividad del amor y la compasión crea buen "karma". Además desear la felicidad a los demás es un modo de entrenar la mente en la positividad.
Conviene acumular méritos en tres niveles:
1) físicamente
2) mentalmente
3) verbalmente
Esto es muy sano. Acumular acciones meritorias con la palabra, la mente y la acción nunca es en vano, nunca se pierden. Estas acciones nos van a proporcionar mucho apoyo y situaciones muy buenas.
Reconocer las acciones no virtuosas que uno comente es bueno. Pero no lo es llenarse de culpa e intentar demolerse a uno mismo. Esto no nace de nuestra inteligencia, sino de nuestra ignorancia.
Especialmente las ideas de amor y compasión tienen un gran poder para transformar todas las negatividades. Conocer la realidad última, es decir, la vacuidad, neutralizará para siempre la negatividad de la mente.
Pero hay algunas dificultades para poner en práctica el amor y la compasión. estamos demasiado centrados en nosotros mismos. En realidad estamos mas centrados en nuestro ego, que en la idea del amor y la compasión. Tenemos tendencia a estar preocupados por nosotros mismos y a estar a la defensiva.
Debido a la fuerza de la costumbre, resulta difícil ir hacia ideas de compasión, amor, perdón y sabiduría, incluso a nivel intelectual. Por eso hay que ir poco a poco. Es preciso superar el ego y debilitarlo. Tenemos que superar también la actitud de estar centrado en uno mismo todo el tiempo. No deberíamos preocuparnos tanto de nosotros mismos y salir de la red de egoísmo en la que estamos atrapados. Saber como están los demás, preguntarlos que tal están.
Los demás tienen las mismas necesidades que nosotros, respeto, amista, ser especiales, necesidad de desarrollar relaciones sinceras... Nosotros necesitamos de los demás: paciencia, perdón, respeto... Esto es verdad. es una realidad. este es le modo en que podemos abrir nuestro corazón y superar el ego.
El primer paso que tenemos que dar es ser conscientes de ello. Ser conscientes de lo que los demás están necesitando y de los errores que estamos cometiendo. Después de generar este conocimiento dejaremos de estar perdidos. Si nos enfadamos, será un enfado diferente.
Dejaremos de ser enemigos de nosotros mismos y dejaremos de echarnos abajo. Los problemas no serán tan importantes.
Cosas que antes nos parecían muy difíciles ya no las consideraremos un problema. Valoraremos las necesidades de los demás como las nuestras. Dejaremos de protegernos de modo excesivo. Cuando nos ponemos a la defensiva, en vez de defendernos, estamos generando mas resentimiento.
Conviene no estar apegados a los resultados, no aferrarse a los resultados, pues no existen absolutamente.
Se puede dar el caso de acciones con resultados positivos a corto plazo pero negativos en el largo plazo. Cuando alguien roba 100 o 1000 euros eso le produce resultados positivos a corto plazo pero a largo plazo el robo le puede traer consecuencias adversas.
hemos de transformar nuestra vida en el "samsara" y llegar a la liberación, al nirvana.
En cuanto a la generosidad, uno no debe aferrarse a uno mismo, ni al objeto que da, ni al resultado de esta acción. esta es la actitud mas elevada de la generosidad, una generosidad totalmente desinteresada. es difícil que cuando practicamos la generosidad no tengamos alguna expectativa para el ego. este tipo de expectativas complica la práctica de la virtud. La actitud ideal: generosidad sin esperar nada a cambio.
Lo importante es estar en paz, ser felices, estar sanos, y no lo que va a pasar en el futuro, que no nos afecte lo que puede suceder en el porvenir.
Que vayamos incrementando nuestra virtud y al mismo tiempo, nuestra fortaleza y nuestra capacidad de resistencia.
Todo depende de nuestra visión, de la manera de ver las cosas. Si, mentalmente, algo te parece bueno, es bueno. Si con la mente te parece malo, es malo. Todo lo crea la mente.
Tomar las situaciones o circunstancias como un modo de aprender. Pero no dejarse abrumar por ellos. No llorar, amargarse ni apenarse. Todo está en la mente, como decíamos hace un momento. Conviene ver con la mente las ventajas de una situación determinada. Si reaccionamos con la queja, el desagrado, la confusión, la tristeza o nos vence la situación, viene la depresión.
La depresión es el resultado de repetir mil veces que algo es malo, que es malo, que es malo. El antídoto consiste en decir: no es tan malo. Y repetir ésto.
Comentarios
Publicar un comentario